Lanús logró ayer a la noche una clasificación heroica e histórica a la final de la Copa Libertadores, tras vencer a River por 4-2 en el encuentro de vuelta correspondiente a una de las semifinales.
El Granate, que había perdido 1-0 el cotejo de ida, remontó un 2-0 en contra y terminó convirtiendo cuatro tantos, el último de ellos mediante un penal que fue cobrado mediante el novedoso sistema VAR.
Ignacio Scocco, de penal, abrió el marcador para el elenco millonario a los 17 minutos del primer tiempo. A los 22, los dirigidos por Marcelo Gallardo parecieron liquidar la historia, cuando Montiel aprovechó un rebote de Andrada y, de cabeza, decretó el 2-0.
A los 40, el árbitro colombiano Wilmar Roldán, omitió cobrar un claro penal de Marcone, quien tocó la pelota con la mano adentro del área. Para colmo, a los 45, José Sand, con cierta complicidad del arquero Lux, anotó el descuento para el dueño de casa. Otro tanto de Sand en el arranque de la segunda mitad le abrió un margen de esperanza a los conducidos por Jorge Almirón.
Nuevamente el correntino terminó siendo clave en el tercer tanto. El 9 de Lanús la aguantó, habilitó a Pasquini y este a Acosta para el 3-2. A esa altura, al elenco del Sur le faltaba apenas un tanto para clasificarse a la final. Y ese tanto llegó gracias a la tecnología. A los 76 minutos, Gonzalo Montiel agarró a Acosta en el área, pero el colombiano Roldán no sancionó infracción.
Fue gracias a la revisión de las imágenes que finalmente determinó cobrar un penal que fue anotado por Alejandro Silva y que se convirtió en doblemente histórico, primero por ser el primero en marcarse bajo este sistema en Sudamérica y el que clasificó a Lanús a su primera final de Libertadores.
En la definición, los granates cruzarán con el vencedor entre Gremio (Brasil) y Barcelona de Ecuador. En la ida, los brasileños ganaron 3-0.