La nave rusa Soyuz con tres astronautas a bordo, una estadounidense y dos rusos, se ha acoplado este miércoles a la Estación Espacial Internacional (EEI) en un tiempo récord, tan solo 3 horas después del despegue.
Los protagonistas fueron los cosmonautas rusos Serguéi Ryjikov y Serguéi Kud-Svershkov y la astronauta estadounidense Kathleen Rubins partieron del cosmódromo ruso de Baikonur en Kazajistán a las 05h45 GMT, llegando tres horas más tarde a la EEI, a 408 kilómetros de la Tierra.
El responsable de Roskosmos, Dimitri Rogozin, escribió en Twitter: “3 horas y 3 minutos”, para celebrar el récord. La nave llegó a la estación cuatro minutos antes de la hora prevista. El cohete ruso Soyuz MS-17 se “acopló” a las 08h48 GMT a la Estación Espacial, indicó la agencia espacial rusa Roskosmos en un comunicado. “Se ha establecido un nuevo récord, agregó. Con este récord, se redujo a la mitad el tiempo de los vuelos tripulados hacia la EEI, que antes tardaban como mínimo seis horas”.
Los tres ocupantes de la Soyuz han tomado precauciones adicionales durante este periodo de pandemia global de coronavirus, por lo que siguieron una cuarentena estricta para evitar llevar consigo el covid-19 a la EEI.
Este viaje tiene un valor particular para la norteamericana Rubins ya que la nave despegó el miércoles, el día que cumple 42 años. “No se puede escoger la fecha de lanzamiento o lo que pase en la Estación así que me siento muy afortunada”, afirmó Rubins.
La astronauta y los dos cosmonautas rusos se unen a los tres ocupantes actuales de la EEI: Chris Cassidy de la NASA y Anatoli Ivanishín e Ivan Vagner de la Agencia Espacial rusa Roskosmos. Estos últimos tienen previsto regresar a la Tierra el 22 de octubre.
La EEI sigue siendo sin embargo uno de los escasos ejemplos de cooperación entre rusos y occidentales. Los astronautas de ambos países han resaltado la capacidad que tienen los viajes espaciales para unir a naciones rivales por una causa común.