Por Pedro Vega.- Ser Punta Alta.-
Luego de las PASO y con la necesidad de AUTOCRITICA de cada uno de los espacios que pugnaron por captar el voto del electorado rosaleño, volvemos a la normalidad del día a día, mas allá de la discusión política y de las necesarias cambios de estrategias estructurales el hoy y el ahora marcan la agenda que va a determinando la idea, es allí donde los movimientos sociales mantienen la bandera en lo alto, el trabajo continua, en las huertas, en el pintado de las escuelas, en el trabajo territorial con las familias que no la están pasando bien.
Lejos están las necesidades de las familias en la discusión política, lejos están los contrapuntos partidarios de la falta de trabajo y de oportunidades que padres de familia deben afrontar, da la impresión de que hay un mundo donde conviven los ejecutivos, legisladores y directivos de entidades estatales y otro en el que dirigentes sociales y vecinos se debaten en batalla desigual con la indiferencia, hipocresía y la falta de sensibilidad política.
Seguir trabajando para reconstruir la idea, mas allá de las circunstancias, mas allá de los medios y mas allá de las realidades parecen decir al unísono estos trabajadores.