
Por Lionel Cia.- Columnista de espectáculos.-
Varios fondos de inversión y editoriales de música se disputan el catálogo del legendario grupo de rock psicodélico, último bombazo en el activo mercado de venta de canciones clásicas
Los fundadores de Pink Floyd han sido incapaces de resolver sus diferencias en los últimos casi 40 años. Este desencuentro de proporciones épicas, como lo es su propia música, comenzó en 1985, cuando Roger Waters se desvinculó del grupo. Desde entonces, sus muchos seguidores han deseado la noticia de un acercamiento y alguna forma de alianza. Ahora sabemos que por fin han logrado ponerse de acuerdo en una cosa: vender Pink Floyd.
El catálogo completo del legendario grupo de rock psicodélico, conocido por álbumes como Dark Side of the Moon y The Wall y uno de los más exitosos de la historia, está a la venta por una cifra cercana a los 500 millones de euros. Así lo adelantó Bloomberg en junio y han confirmado varias fuentes a Financial Times la semana pasada.
Entre los interesados que están negociando la compra hay varios fondos de inversión, el mejor posicionado de ellos Blackstone. Lo haría a través de Hipgnosis, la empresa del súper manager Merck Mercuriadis que ha sacudido el mercado de los catálogos de música con la compra de más 70.000 canciones por valor de 2.000 millones de euros.
El gran competidor de Hipgnosis en el nuevo negocio de la gestión de derechos musicales, Primary Wave, es otra de las empresas que tratan de hacerse con el catálogo de Pink Floyd, además de firmas relacionadas tradicionalmente con la música como Sony, Warner y BMG, por medio del fondo KKR.