En caso de muerte de la Reina el príncipe Carlos se convertirá en la nueva cabeza de la monarquía británica, una institución que en los últimos años ha tenido que lidiar con polémicas situaciones, que incluyen desde un escándalo sexual hasta acusaciones de racismo y maltrato
Cuando la reina Isabel II –de 96 años y cuyos problemas de salud se agravaron en las últimas horas– muera, el príncipe Carlos de Gales, el hijo mayor de la soberana y el primero en la línea de sucesión al trono, se convertirá en el nuevo titular de la Corona británica.
Desde 2015, la sucesión al trono británico sigue las reglas de la primogenitura absoluta: tienen preferencia los hijos nacidos en primer lugar con independencia de su sexo. Hasta esta fecha había seguido las reglas de la primogenitura, pero con preferencia del varón sobre la mujer: tenían prioridad los hijos sobre las hijas y los hermanos sobre las hermanas.
El segundo en la línea de sucesión es el hijo de Carlos, el príncipe Guillermo y le siguen sus hijos en orden de edad: el príncipe Jorge de Cambridge, la princesa Carlota de Cambridge y el príncipe Louis de Cambridge.
Los primeros cuatro individuos (de 21 años de edad o mayores), en la línea de sucesión, así como el consorte del soberano, en este caso sería Camilla de Cornualles, pueden ser nombrados Consejeros de Estado. Los consejeros de Estado son individuos que desempeñan algunos de los deberes del monarca mientras se encuentra fuera de la nación o temporalmente incapacitado.