El humorista murió a los 97 años y sus restos pueden ser despedidos en la jornada de este viernes. Luto
Grandes y chicos se acercaron a la Legislatura porteña para despedir a Carlitos Balá y agradecerle por décadas de sonrisas. El humorista y actor murió a los 97 años y hubo largas filas desde temprano para darle el último adiós.
Un detalle pintoresco es que al lugar se hizo presente una antigua unidad de la línea 39 de colectivos, que tenía una de sus cabeceras en Chacarita, el barrio de Balá.
Fue justamente esa línea la que vio los primeros pasos del cómico al hacer reír a los pasajeros. La unidad que llegó a las puertas del velatorio tenía escrito en su parte trasera la frase “un kilo y dos pancitos!!!”, que usaba Balá para decir que algo estaba perfecto.
También se desplegaron sobre la avenida dos banderas del Club Atlético Chacarita Juniors, con retratos del artista.
Antes de que comenzara a ingresar el público, los familiares tuvieron una media hora para estar solos en la capilla ardiente, a puertas cerradas.
La noticia de su muerte generó una inmensa tristeza en todo el país y las redes sociales se invadieron de saludos y recuerdos de famosos, políticos y de usuarios que vivieron su carrera con gran alegría.
El reconocimiento en vida al humorista
En 2017 Balá fue distinguido Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires también en la Legislatura Porteña: “Soy un tipo feliz haciendo reír, siempre hice reír y doy las gracias a ustedes por acordarse de Carlitos Balá. Cumplí 91 años y llevo 62 de trabajo, de vocación”, expresó con felicidad el humorista.
Los Martín Fierro del 2011 tuvieron una premiación más que emotiva luego de que APTRA lo haya premiado con un galardón por su trayectoria.
Nacido el 13 de agosto de 1925 en Buenos Aires como Carlos Salim Balaá Boglich, fue uno de los más reconocidos humoristas de la historia de la radio y la televisión argentina, habiendo participado además en numerosos espectáculos que abarcan la radiofonía, el teatro, la televisión, el cine y el circo.