La experimentada alpinista estaba escalando la cima del Manaslu, una de las montañas más altas del planeta, cuando cayó de la ladera y quedó enterrada en la nieve.
El cuerpo de la estadounidense Hilaree Nelson, una de las mejores alpinistas del mundo, fue encontrado en las laderas del Manaslu, la octava montaña más alta del mundo, dos días después de su desaparición. Cabe destacar, que Nelson había hollado la cumbre, a 8.163 metros de altitud, junto a su pareja y compañero de siempre, Jim Morrison, pero en el descenso sufrió una caída y se perdió su rastro.
Según explicó a EFE, Jeevan Ghimire, director de la empresa Shangrila-Nepal, la encargada de la expedición, fue hallada enterrada en la nieve a unos 6.000 metros. En un principio se pensó que Nelson había caído por una grieta, pero más tarde se descartó esa teoría. Su rescate fue exageradamente complicado por las condiciones de la montaña, con mucha nieve acumulada y múltiples avalanchas.
Días atrás, la propia Nelson, de 49 años, aseguró que esta vez dudaba sobre la seguridad de su aventura. “No me siento tan segura en el Manaslu como en pasadas ocasiones. Estas últimas semanas han puesto a prueba mi resiliencia. El constante monzón, con su incesante lluvia y su humedad, me ha hecho añorar mi casa”, reconocía en Instagram antes de regresar al campo base. Poco después, una ventana de buen tiempo le llevaría hasta la cima y el trágico descenso.
Su preparación para esa bajada está fuera de toda duda. Hace cuatro años, Nelson se convirtió en una referente mundial después de convertirse junto a Morrison en los primeros aventureros capaces de descender esquiando desde lo más alto del Lhotse, de 8.516 metros de altitud.
Aquello le valió para ser nombrada “Aventura del año” por la revista National Geographic: fue la culminación de toda una carrera. Antes, la estadounidense ya se había convertido en la primera mujer en encadenar Everest y Lhotse en menos de 24 horas y había descendido esquiando desde el Cho Oyu y el Denali.