Punta Alta – Bs. As. – Argentina
Por Lionel Cia – Columnista de Espectáculos.-
Y siguió: “Tenía frío, pero estaba transpirando. No sentía un profundo dolor, pero me sentía mal. Me di un baño a ver si eso me mejoraba, pero no me mejoró. Mi hija estaba durmiendo en su habitación con una amiga. Así que decidí llamar a un médico para que me diga de qué se trataba”.
“Ni bien llegué acá, me chequearon todo. Y me pasaron a unidad coronaria porque me dijeron: ‘Parece que tenés indicativo de un infarto’. Me derivaron y, efectivamente, me dijeron que estaba teniendo un infarto. Cada médico que llegaba, veía mi cuadro y me preguntaba hacía cuanto me estaba pasando”, agregó en su relato.
“Les dije (a los médicos) que me pasó a las 12 y media, 1 de la madrugada. Y ya eran las 4 de la mañana. Después me explicaron que cuanto más tiempo pasa, peor es. Un médico me dio el ejemplo de un incendio en una casa: cuanto más se tarda en apagar, más daño se genera”, explicó Cartaña.
Y detalló que se trató de una vena obstruida: “La desobstruyeron, la sangre pasó, luego me evaluaron. Cuando terminaron el procedimiento, me dijeron que como la sangre no había irrigado a la parte baja del corazón, esa parte había muerto. Me dijeron que el 25% de mi corazón que no funcionaba. Y que probablemente no va a funcionar más. Y que a partir de ahora mi corazón va a estar al 75%”.
“Me dijeron que iba a tener que tomar dos tipos de medicamentos: uno para reparar el corazón, los daños que tuviera, y otro para proteger. Además, me pusieron tres stents en la misma vena”, concluyó el profesional.