Nada fue igual en Villa Gesell luego del crimen de Fernando Báez Sosa y uno de los puntos que más cambió es la zona de los bares y boliches en Villa Gesell. Ya en la temporada pasada, y como se avizora que se mantendrá en la que está comenzando ahora, se pudo observar muchísimo más control policial que el que había en 2020, cuando el 18 de enero Fernando Báez Sosa fue asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique.
En aquellas primeras horas de conmoción posteriores al crimen, desde la página de Facebook del boliche hubo un comunicado lamentando lo sucedido. Se solidarizaban con los familiares y amigos de la víctima y se ponían “a disposición de la Justicia”. Le Brique estuvo abierto casi una semana más hasta que fue clausurado el 23 de enero 2020, donde cerro para siempre.
Hay ocho jóvenes que son enjuiciados acusados de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
Se trata de los ocho “rugbiers”, como se los llamó desde un primer momento, cuando se conoció la brutalidad del crimen y quiénes lo habían ejecutado: todos jugadores de rugby de un club de Zárate, provincia de Buenos Aires. Sus nombres: Luciano Pertossi, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli.
Nuestro corresponsal de PANORAMA DIGITAL, Lionel Cia en su paso por Villa Gesell no dejo de recorrer el lugar del Horror, el lugar donde OCHO CRIMINALES le quitaron la vida a Fernando Baez Sosa. En su mirada con la cámara fotográfica plasmo cada lugar donde hoy es solo soledad y los turistas pasan con una mirada baja y en silencio, sin entender el porque de las cosas, el porque de tremendo hecho.
A pocos centímetros del lugar donde asesinaron a Fernando hay un árbol. Allí, hace casi tres años se comenzó a crear un altar, de forma espontánea. La gente del lugar y los turistas ocasionales dejan flores, cartas, medallitas en memoria de este chico que tenía tan sólo 19 años cuando falleció. Hoy el altar tiene un mural de madera con su nombre, otro cartel donde dice hace cuántos meses mataron a Fernando y otro que pide Justicia.
Es el pedido de todos, “Justicia por Fernando”, a tres años de su muerte. La gente pasa frente al árbol, mira el altar, algunos se agarran la cabeza, otros se hacen la señal de la cruz y en su mayoría, inmediatamente, miran al frente, donde está el boliche Le Brique, que sigue clausurado y luce muy abandonado, que tiene inscripciones por la muerte de Fernando y que los comerciantes de la cuadra miran con desprecio, de reojo, con el deseo para que desaparezca pronto y “vuelva a levantar la zona”.
Sorprendentemente, hoy en día, si uno camina por las calles de Villa Gesell, más por las principales y sobre todo por la Av. 3, hay muchos efectivos de seguridad cuidando la zona.
“Ojalá se haga justicia”, dicen los vecinos y comerciantes de la zona, por la memoria de Fernando y porque nunca más vuelva a ocurrir un crimen semejante en una ciudad donde antes era sólo mar, arena y sol.