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Ayer en la localidad de Pehuen Co, Partido de Coronel Rosales, en la bajada anterior a la de Punta Mingo, en una red de pesca, quedó atrapado un delfín franciscana bebé. Cuando lo vi ya estaba ahogado.
Uno de los pescadores se apresuró a “esconder” al delfín muerto y que está declarado Monumento Natural, en mar adentro, para que no lo pudiera fotografiar. Lo hizo con tanta zaña que me dio escalofríos.
Sin embargo no me tembló el pulso en hacer la segunda llamada a Prefectura por esa red. Mientras los pescadores me animaban a hacer la denuncia. Insinuando que no iba a quedar en nada. Incluso uno de ellos me decia: ” vas a tener que probarlo”. Justo el mismo que huyó disimuladamente, detrás de su mujer, que recién llegaba, en cuanto vio los dos cuatriciclos acercarse con cinco prefectos.
Tuve la posibilidad de conocer al jefe de Prefectura Sandoval. Hizo todas las actuaciones a la perfección: el acta de constatación, la incautación de la red y de la totalidad del producto de la pesca.
Cuando me leyeron el acta para que la firme, ésta decía que los pescadores explicaban que no eran dueños de la red. Ya me lo habían dicho a mi en nuestra discusión. Como si eso los fuera a salvar. Es como decir que acuchillaron a alguien pero el cuchillo era de un amigo. A los dos ( que fueron abandonados por el cobarde) les adelanto: no van a safar de la multa.
Y aunque no se pudo constatar la muerte del delfin ustedes saben lo que hicieron. Y el mar también, que después de unos días de acunar a ese delfin bebé entre sus olas, nos lo va a devolver a la costa, para dejarnos el testimonio de un delfin más muerto por una red de pescadores.