La multa fue dictaminada por la sala III del tribunal de disciplina, la cual está comandada por Diego Dedeu, Marcela Micielli, Valeria Pugliese, Patricia Ponferrada y José Martinez Tato.
El abogado de Cristina Kirchner y Alberto Fernandez, Gregorio Dalbón, fue multado por el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal por una cifra de 300.000 pesos tras los dichos que tuvo hacia los jueces y fiscales a los que trató de corruptos.
La multa fue dictaminada por la sala III del tribunal de disciplina, la cual está comandada por Diego Dedeu, Marcela Micielli, Valeria Pugliese, Patricia Ponferrada y José Martinez Tato.
La causa que desató estas declaraciones fue la que implicaba a la primera dama Fabiola Yañez tras los hechos ocurridos en la Quinta de Olivos cuando festejó su cumpleaños en plena cuarentena estricta debido a la pandemia de coronavirus.
En su momento la multa que tuvieron que pagar junto a Alberto Fernández fue de 3.000.000 de pesos, suma que fue donada al Instituto Malbrán.
El fiscal Ramiro González, los jueces Sebastián Casanello y Julián Ercolini y el fallecido juez Claudio Bonadio fueron los apuntados por Dalbón al decir: “Si quieren venir a buscar plata, acá no la van a encontrar porque nosotros no lo vamos a coimear, ¿está claro?” Haciendo alusión al fiscal.
En relación al juez Casanello sentenció: “Los jueces no me van ni me vienen, para mí Comodoro Py está recontra podrido el está dentro de esa pudrición”.
Al que no dejó atrás fue a Ercolini y esto decía: “Son ladrones, son corruptos, Obvio no lo tengo probado, eso es una pelotudez, porque sino lo estaría denunciando, pero todos saben que la justicia federal se maneja por guita”.
También lo sumó a Claudio Bonadío en estas declaraciones cuando expresó: “Lo se yo, lo sabe Cristina, Bonadío era un corrupto”.
A su vez el letrado se retractó y pidió disculpas por sus palabras. Mientras tanto el tribunal sentenció que: “El contenido de tales expresiones en el contexto antedicho denotan un manifiesto ánimo injurioso y fuera del canon ético que busca la profesión y este Colegio en particular, revistiendo las mismas una entidad que traspasó el legítimo derecho a la libertad de expresión que toda persona tiene”.