
Si bien el título secundario no garantiza un empleo de calidad, al menos permite obtener trabajos menos frágiles
El 49,8% de los trabajadores sin título secundario se encuentran con “subempleo inestable” o desocupados, según datos de un informe reciente del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA. El documento señala que en el país, un mayor nivel educativo se asocia con el acceso a mejores empleos y salarios más altos.
Para quienes tienen secundaria completa, la tasa de subempleo o desocupación se reduce al 28,9%, mientras que las personas con título terciario o universitario presentan una tasa de apenas el 6,8%. A nivel general, 1 de cada 3 (31,4%) trabajadores realizan tareas de corta duración o escasa remuneración, son destinatarios de un programa de empleo o están desocupados. Según los datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina 2022, esta situación afecta a la mitad de los trabajadores que no terminaron la secundaria.
“Para tener un trabajo decente, el nivel secundario ya no alcanza. Sin embargo, sí ofrece una suerte de ‘salvataje’ frente al subempleo inestable, que es incluso menos que un empleo precario”, explicó a Infobae Eduardo Donza, investigador del ODSA y autor del documento. Donza mencionó que ese “subempleo inestable”, consolidado en Argentina desde hace décadas de manera estructural, abarca actividades como “una changa, un programa de empleo con contraprestación, el cartoneo o la venta ambulante”.
El informe del ODSA también señala que “el bajo nivel educativo limita las posibilidades de insertarse en un trabajo bien remunerado”. En ese sentido, el promedio de ingresos mensuales de los trabajadores que solo alcanzaron estudios primarios ($47.357) es un 41% menor que el ingreso promedio del total de ocupados ($79.616).
En las conclusiones, el informe plantea que “la calidad del empleo, la desocupación y las retribuciones al trabajo están fuertemente asociadas al nivel educativo de los trabajadores”. Y describe: “El impacto de los bajos niveles educativos de una parte importante de los trabajadores de nuestro país repercute en la calidad de su trabajo, en su retribución y en las condiciones de vida de su familia”.