
Los felinos pueden ser de apoyo terapéutico para aquellas personas que sufren ansiedad y soledad, porque mejoran el estado de ánimo.
A lo largo de la historia, los humanos se fueron vinculando cada vez más con la naturaleza y los animales. En ese camino, los perros y gatos se volvieron grandes compañeros de la humanidad creando un espacio de contención, cariño y amor. Pero, la existencia de los gatos en nuestra vida tiene una particularidad: son capaces de ayudarnos en las crisis emocionales.
Los felinos, además de independientes y elegantes, tienen la capacidad de cambiar el humor de las personas que padecen ansiedad y soledad. Pueden conectar emocionalmente con los humanos y dar apoyo cuando estos sufren psicológicamente.
Los gatos ayudan a calmar el estrés. Foto: Unplash.
A pesar de ser animales muy independientes, los gatos tienen una intuición para detectar las emociones de sus dueños y por eso, saben cuándo los humanos necesitan que se acerquen y requieren contención. Acariciar su pelaje y oír su ronroneo tiene efectos positivos en nuestro sistema nervioso, ya que sobre endorfinas que nos tranquilizan y nos dan felicidad.
Los gatos y la salud mental
La presencia de los felinos tiene una influencia positiva en las vidas de las personas, al ser más pequeños que los perros, son más manejables y cercanos, y su independencia hace que haya menos dependencia que con los canes.
Acariciar a los pequeños peludos puede reducir la presión arterial y los niveles de ansiedad. Además, su ronroneo calma los nervios y protege al corazón de los ataques cardíacos. El simple hecho de que se sienten sobre el regazo de las personas ya hace que se reduzcan los niveles de estrés.
La compañía gatuna puede alejar los sentimientos de tristeza y soledad, haciendo que mejores el estado de ánimo solo por cuidarlos y jugar con ellos, ya que se crea un vínculo emocional y pueden sacar los pensamientos agobiantes con su sola presencia.