
Los samuráis llevaban dos espadas, conocidas como daishō, que consistían en una katana (la espada larga) y un wakizashi (la espada corta). Esta dualidad de armas tenía varias razones y significados en la cultura samurái:
1. Símbolo de estatus: Portar ambas espadas era un símbolo de la clase samurái y su estatus en la sociedad. El decreto de Hideyoshi en 1588 estableció que solo los samuráis de pleno derecho podían llevar dos espadas, lo que reforzó su posición social y su identidad como guerreros.
2. Funcionalidad en combate: Cada espada tenía un propósito específico. La katana, más larga, era utilizada en combates abiertos y duelos, mientras que el wakizashi, más corta, era ideal para el combate cercano y situaciones donde la katana no era práctica. También se usaba en el seppuku, el ritual de suicidio samurái, lo que le daba un significado adicional.
3. Filosofía y honor: Las espadas representaban la alma del samurái y estaban imbuidas de un profundo simbolismo. La katana, en particular, era vista como una extensión del guerrero, y perderla se consideraba una grave deshonra. Este vínculo espiritual y emocional con las espadas reflejaba los valores del código bushido, que enfatizaba el honor, la lealtad y la disciplina.
4. Practicidad: En tiempos de paz, el wakizashi también servía como herramienta para tareas cotidianas y como medio de defensa personal, mientras que la katana era más adecuada para situaciones de combate.
En resumen, las dos espadas llevadas por los samuráis no solo eran armas, sino que simbolizaban su estatus, su filosofía de vida y su conexión con el honor y la tradición japonesa.