
La elección bonaerense de este domingo se convirtió en el epicentro de la política nacional. Sin cifras oficiales confirmadas aún, los sondeos de boca de urna que circulan en las sedes partidarias dibujan un escenario de fuerte revés para el gobierno nacional: Fuerza Patria estaría imponiéndose en seis de las ocho secciones electorales de la provincia, consolidando un dominio que podría alterar el tablero político de cara a 2027.
Pilar y Almirante Brown: victorias con sabor a plebiscito
En la Primera Sección, el intendente Federico Achával arrasó en Pilar con más del 60% de los votos, dejando a La Libertad Avanza treinta puntos atrás. La magnitud del resultado no solo asegura al oficialismo local ocho de las doce bancas en el Concejo Deliberante, sino que también convierte a Achával en un actor de peso dentro del reordenamiento peronista provincial.
En la Tercera Sección, otro bastión clave del conurbano, Mariano Cascallares y Paula Eichel encabezaron una victoria cercana a los dos tercios de los votos en Almirante Brown. Desde allí, Cascallares no dudó en leer el triunfo como una “revitalización del peronismo” y como un cimiento estratégico para la proyección nacional del espacio.
A esa postal se sumó el contundente resultado en Quilmes, donde la intendenta Mayra Mendoza, electa diputada provincial, celebró un triunfo que rondó el 48% de los votos. En un encendido discurso, Mendoza salió al cruce del discurso presidencial: “Hoy, el pueblo de la provincia de Buenos Aires habló fuerte y claro. A la propuesta de Milei de ‘Kirchnerismo nunca más’, la respuesta en las urnas fue contundente: ‘Kirchnerismo más que nunca, para el pueblo peronismo siempre’”.
La jefa comunal agradeció a los vecinos por apoyar a la lista encabezada por Ceci Soler y reivindicó el camino iniciado en su reelección de 2023. Mendoza fue más allá y afirmó que la gente votó “contra un gobierno nacional cruel y de ajuste”, reivindicando los años de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner como horizonte de bienestar.
En el mismo tono, vinculó la victoria a la situación judicial de la expresidenta: “Cada voto a Fuerza Patria es un paso más para que Cristina Fernández de Kirchner esté más cerca de recuperar su libertad. Porque no alcanza con la memoria: necesitamos presente y futuro, y ese futuro lo construimos con Cristina libre y con un pueblo movilizado”.
La intendenta también cuestionó el escándalo que rodea a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y denunció que, mientras se paraliza la obra pública en Quilmes —como la estación de tren Héroes de Malvinas, la traza del Acceso Sudeste y la construcción de diez escuelas proyectadas—, “lo único que no se recortan son las coimas de la hermana del Presidente”.
Mendoza cerró su mensaje con un llamado a la movilización hacia octubre: “Gracias por la confianza, gracias por la esperanza y gracias por la militancia. Sigamos firmes, porque cuando el pueblo se organiza, la Patria se levanta y nada la puede detener”.
Una tendencia que trasciende lo local
Aunque el conteo oficial avanza a cuentagotas, los reportes que llegan desde Berisso y otros distritos de la Tercera refuerzan la misma postal: diferencias de dos dígitos a favor de Fuerza Patria y un mapa que, según admiten incluso desde sectores opositores, no se está “pintando de violeta” como se había especulado.
La participación, que se ubicó en torno al 63%, muestra un electorado menos movilizado que en elecciones anteriores, pero lo suficientemente activo como para otorgar un respaldo robusto al peronismo en el corazón del distrito más poblado del país.
Un golpe político para la Casa Rosada
Si se confirma el escenario de boca de urna, el gobierno nacional enfrentará una derrota con efectos inmediatos en su capital político. Buenos Aires, con casi el 40% del padrón nacional, no solo define el humor electoral del país, sino que también marca la viabilidad de los proyectos de poder.
La foto que deja el 7 de septiembre es la de un oficialismo nacional debilitado y un peronismo bonaerense que, lejos de fragmentarse, empieza a ordenarse detrás de intendentes y referentes locales que supieron blindar sus territorios.
El interrogante ahora es cómo metabolizará la Casa Rosada una derrota en un distrito clave y cómo capitalizará Fuerza Patria esta ventaja para proyectarse más allá de la provincia. La contienda bonaerense, en definitiva, no fue solo una elección legislativa: funcionó como un verdadero termómetro de la pulseada nacional.
El resultado, aunque todavía sin confirmación oficial, ya se perfila como un hito: el día en que la provincia de Buenos Aires volvió a inclinar la balanza política de la Argentina, y Axel Kicillof como el gran opositor del Gobierno Nacional.
El anuncio desde el búnker de La Plata
A las 20:30, la expectativa se rompió en la capital provincial: Fuerza Patria anunció públicamente que ganó las elecciones bonaerenses. Desde el búnker en La Plata, Sebastián Galmarini y Cristina Álvarez Rodríguez confirmaron que el peronismo se impuso sobre La Libertad Avanza.
“El resultado está pronto a ser oficial: Axel Kicillof venció a Javier Milei y cortó con la mala racha del peronismo en las votaciones intermedias”, señaló Galmarini en el primer discurso de la noche, frente a una militancia exultante.
El mensaje, lanzado antes de que la Junta Electoral dé a conocer los guarismos oficiales, busca marcar la cancha y reforzar la idea de que la provincia de Buenos Aires, una vez más, vuelve a ser el territorio decisivo para las aspiraciones del peronismo en el escenario nacional.