El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, presentó en el Concejo Deliberante las ordenanzas Fiscal e Impositiva, para cobrar una “tasa solidaria”. Sin embargo, el anuncio generó revuelo entre el empresariado, las entidades gremiales y los representantes políticos de la ciudad del sur bonaerense.
El conflicto se desató cuando el intendente consiguió despacho en las comisiones de Legales y Hacienda del Concejo Deliberante -tras lograr un acuerdo con el radicalismo local- de las iniciativas, que fueron presentadas el 7 de noviembre pasado en el Palacio Municipal.
Allí, ante un reducido grupo de periodistas, anunció medidas criticadas por las empresas instaladas en el Polo Petroquímico de Bahía Blanca: suba del ABL en un 90% en promedio, aumento de la alícuota sobre la facturación (que pasaría del 0,8% al 2,0%), incremento del 75% en el resto de las tasas municipales (con una inflación que no supera el 30%) y la creación de una nueva “tasa solidaria”.Según el intendente, el motivo detrás de este nuevo impuesto está vinculado a que “la ciudad no tiene acceso a financiamiento internacional” y que “no hay un compromiso del Gobierno nacional” para realizar las obras hidráulicas necesarias para evitar nuevas inundaciones.