
El ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, Pablo López, alertó sobre el deterioro de los indicadores laborales a nivel nacional y remarcó que el impacto del actual contexto económico se siente con mayor intensidad en territorio bonaerense. Según precisó, casi la mitad de los nuevos desocupados del país se concentran en la Provincia, en un escenario que combina caída del empleo asalariado, avance del cuentapropismo y crecimiento de la informalidad.
“La desocupación afecta a todo el país, pero golpea con más fuerza a los hogares bonaerenses”, sostuvo el funcionario al detallar que el 44% de los nuevos desempleados registrados desde el cambio de administración nacional corresponden a la PBA. Para López, el dato es “reflejo de un modelo que castiga a la industria, el comercio y la construcción”, sectores clave del entramado productivo bonaerense.
De acuerdo con las cifras oficiales, la tasa de desocupación del tercer trimestre se ubicó en 6,6%, por encima del 5,7% registrado en 2023, antes del recambio de gobierno. “Esto implica 144.000 nuevos desempleados en el país”, puntualizó el ministro, al subrayar que el deterioro del mercado laboral se aceleró en el último año.
Además del aumento del desempleo, López advirtió por un cambio estructural en la composición del empleo. “En cuanto a la tasa de empleo, el cambio en su composición es ilustrativo del modelo económico: crecen los empleos no asalariados, en especial el cuentapropismo”, explicó. En ese sentido, señaló que la participación de este tipo de ocupaciones pasó del 25% en 2023 al 28,2% en 2025, en detrimento de los puestos asalariados.
El diagnóstico se completa con el avance sostenido de la informalidad laboral. Según indicó el funcionario, la tasa continúa en aumento trimestre tras trimestre y, en la comparación interanual, pasó de 42,6% a 43,3%. “Esto implica más de 200.000 nuevos trabajadores que se desempeñan en la informalidad”, alertó, con el consecuente impacto en ingresos, derechos laborales y cobertura social.
“Las y los trabajadores son grandes perdedores de este modelo”, concluyó López, al trazar un balance crítico del rumbo económico desde la asunción del presidente Javier Milei. En su evaluación, el actual esquema deja como saldo más desocupación —especialmente en el corazón productivo del país—, empleo de peor calidad, mayor informalidad y un retroceso del trabajo asalariado formal.





