
Por Lorena Pereyra-Periodista.
En una banca abierta, Mónica Antón, en representación de un grupo de familias, expuso la grave situación edilicia del Centro de Formación Integral (CFI) que funciona actualmente en instalaciones precarias dentro de la Escuela Nº 3, en Florida al 700. Señaló que allí asisten 83 jóvenes con discapacidad que egresan de las escuelas especiales 501 y 502, pero el lugar no reúne condiciones mínimas para garantizar educación y talleres de formación laboral.
Describió que el edificio se inunda cada vez que llueve, que los alumnos deben cruzar el patio a la intemperie para ir al baño, que las aulas son muy pequeñas, que los talleres están superpuestos —como cocina y soldadura dentro del mismo espacio— y que la convivencia con la Escuela 3 obliga a turnarse para desayunar, almorzar o merendar, generando un funcionamiento caótico.
Las familias denunciaron que, por falta de espacio, cada año quedan estudiantes sin poder ingresar al CFI, vulnerando su derecho a la educación y a la formación para una futura salida laboral. Reclaman que el municipio y los organismos provinciales otorguen un inmueble propio o, al menos, una alternativa transitoria real, no una solución paliativa que luego se vuelva definitiva, como vienen padeciendo hace años.
Antón recordó que hubo proyectos para utilizar el edificio de Vélez Sarsfield —ex Indio Fermín—, pero nunca se concretaron por falta de traspaso de dominio y por deterioro de la propiedad. También mencionó que el CFI pasó por Rivadavia 300 y por el Instituto 79, siempre en condiciones inadecuadas.
Durante el debate, concejales de distintos bloques coincidieron en que la situación es crítica. Se mencionó que el municipio no convocó aún a las familias, que las obras prometidas en el pasado quedaron inconclusas y que, para el próximo ciclo lectivo —ya inminente—, no existe una definición oficial sobre el destino del servicio educativo.
Los ediles solicitaron que el Ejecutivo reciba a los padres y que se avance en una solución urgente. Las familias, por su parte, expresaron que seguirán reclamando hasta lograr un espacio digno: “Nuestros hijos se lo merecen y se les están vulnerando todos sus derechos”, resumió Antón.



