Argentina está extendiendo un congelamiento de precios para los servicios de televisión, internet y móviles hasta fin de año, considerándolos “servicios públicos esenciales” e imponiendo el tipo de controles que podrían complicar un trato con el Fondo Monetario Internacional.

La congelación significa que los proveedores no podrán subir los precios en el futuro sin la aprobación del gobierno, según un comunicado enviado fuera del horario de atención, el viernes. Los precios de esos artículos habían estado congelados desde Mayo, y la prohibición expiraba a fin de mes.

Tras meses de disputas, Argentina cerró un trato con inversores a principios de agosto para renegociar una deuda de 65.000 millones de dólares tras su noveno incumplimiento. Ahora, en medio de lo que se espera sea la contracción económica más profunda de su historia, el país sudamericano tiene que recuperar la confianza de los mercados globales.