Desde nuestro bloque BIEN COMUN siempre remarcamos la necesidad de transparencia en los informes técnicos de obras públicas y una rigurosa verificación por parte del Intendente, quién debería revisar profundamente los procesos de control de obra.
Siempre tenemos como prioridad el vecino rosaleño y vemos necesario cuidar sus bolsillos.
Por eso, una obra mal realizada y sin control es dinero derrochado y que podría mejorar otros lugares que siempre quedan postergados por estos malos gastos.
En el vecinalismo creemos que la solución es la transparencia en los controles de obra y la participación vecinal en los mismos. Cómo también recuperar la visión de obras a largo plazo, que sean duraderas y no se hagan solo con intención electoral. De hecho, esta última semana volvimos a proponer mejoras en calle Paso ancha, en donde
el actual Gobierno realizó varias obras, las cuales actualmente se encuentran dañadas.
Ésto no es la primera vez que sucede, ya que el Shopping a Cielo abierto es el caso más claro y visible de la falta de control de obra de la gestión del Intendente Uset. La mayoría de las rejillas no están perfiladas y no llevan más de cuatro años colocadas.
Además, estas obras no son las únicas que dejan en evidencia las fallidas gestiones, ya que también podemos señalar el pésimo estado de Avenida Tucumán, donde hace poco se hizo una repavimentación importante y ya está en mal estado. Si los funcionarios recorrieran con mayor frecuencia los diferentes puntos de la ciudad podrían apreciarlo.
Todo esto que decimos se puede ver en el Centro de Irigoyen y en el cordón cuneta de muchos barrios. También en obras de repavimentación anunciadas hace pocos años con bombos y platillos que hoy ya están rotas. Hacer las cosas mal solo afecta el bolsillo del vecino que debe volver a pagar varias veces por una misma tarea.