La historia, como muchas en los años 70, comienza con un exilio, un secuestro y mucho dolor. El personaje del español Toni Gelabert, Antonio, regresa desde el viejo continente con su papá Pedro (Rafael Ferro), y buscará incansablemente la verdad sobre la desaparición de su madre Silvia (Julieta Díaz), secuestrada durante la última dictadura militar mientras cursaba un embarazo.
Lo cierto es que con ese episodio tuvo que ver Rafael Machado (D’Elía), quien traicionó a su amigo, y mientras lo ayudaba a escapar de la dictadura planeaba el secuestro y posterior desaparición de su esposa, y de la niña que llevaba en el vientre.
La pequeña es Florencia, quien nació cuando Silvia estuvo secuestrada en la ESMA y fue entregada a un policía, algo habitual en aquel entonces. Machado es el director de una clínica que colaboró con los militares en la dictadura, y está casado con Sara (Gloria Carrá)
El Teatro de Revistas es otro gran protagonista de la novela, donde el contexto son con chistes de la época, machistas, misóginos y subidos de tono. Allí brillan los personajes de Ricardo (Darío Barassi), Mónica Villalobos (Andrea Rincón) y la futura actriz, Ana (Justina Bustos), nieta de La Polaca, tentada con una oferta laboral a manos de Horacio Hills, un productor y director teatral, interpretado por Gil Navarro.
Ricardo es hermano de Horacio, y ambos son sobrinos de Samuel Trauman, aquel inolvidable personaje de Fernán Mirás que era dueño de un prostíbulo.