
La educación, ese pilar fundamental sobre el cual se construyen sociedades prósperas y justas, ha sido desde siempre tema de debate y promesa en la arena política. Sin embargo, más allá de los discursos, ¿realmente se está invirtiendo lo necesario para asegurar que todos tengan acceso a una educación de calidad? Lamentablemente, los hechos nos muestran lo contrario.
El recorte presupuestario en el ámbito educativo es una realidad que no podemos ignorar. Bajo el pretexto de alcanzar el déficit cero, se están sacrificando derechos tan básicos como el acceso a la educación. Según un informe del Centro de Economía Política (CEPA), los programas destinados a mejorar la infraestructura, como el Fondo Nacional de Incentivo Docente y el Programa Conectar Igualdad, han sufrido caídas significativas en su ejecución presupuestaria.
La conectividad en las escuelas, un aspecto crucial en la era digital en la que vivimos, está lejos de ser universalizada. Miles de escuelas hoy están careciendo del acceso a internet. La falta de conectividad no solo obstaculiza el aprendizaje, sino que también perpetúa la desigualdad, negando oportunidades a aquellos que más las necesitan.
Es importante entender que la conectividad va más allá de simplemente tener acceso a internet. Implica la posibilidad de acceder a una vasta cantidad de recursos educativos, de conectar con el mundo y de desarrollar habilidades digitales fundamentales para el siglo XXI. La inclusión digital en el sistema educativo es fundamental para formar ciudadanos críticos y preparados para enfrentar los desafíos del mundo actual.
Es responsabilidad del Estado Nacional garantizar que todos, sin importar su origen o situación socioeconómica, tengan acceso a la información y a las herramientas que ofrece el mundo digital. Esto no solo es una cuestión de justicia, sino también de desarrollo social y económico.
Para construir una sociedad más justa y equitativa, es imperativo que se priorice la inversión en conectividad educativa. No podemos permitirnos dejar atrás a ninguna persona en este mundo cada vez más interconectado. La educación es el camino hacia un futuro mejor, y la conectividad es la llave que abre esa puerta para todos.