Por Graciela Sfeir

Profesora de Educación Física

Periodista

 

Usted no debe consumir la misma alimentación que un atleta, necesita bajar unos kilitos?

Veamos si lo puedo ayudar!

Su actividad debe ser moderada para que el ejercicio queme a modo de combustible el tejido adiposo, o sea, la grasa. Si realiza actividad intensa consumirá los hidratos de carbono que están en los  músculos, pero no la grasa de reserva. Si su ejercicio es prolongado, lo primero que el cuerpo consume son las reservas de energía y luego de los primeros 20 o 25 minutos quemará la famosa grasita. Por eso si quiere bajar de peso, es preferible que camine una hora, y no que corra media hora. Se verá beneficiado en varios aspectos. No esforzará sus músculos, ni lo perjudicarán los rebotes de cada paso en la corrida, salvará así sus articulaciones, tendones y músculos; y obtendrá mejores beneficios en su baja de peso, más rápido y saludable. No crea que no transpirará. Esto purifica sus poros.

Su organismo, larga los desechos que el cuerpo no utiliza, elimina las toxinas que su cuerpo no necesita.
Camine como si perdiera el colectivo, de nada sirve si hace una cuadra en una hora, (a menos que tenga alguna dificultad al caminar), debe caminar de manera enérgica, braceando ampliamente, espalda derecha, paso firme, atlético y decidido.

Acompañando con buena respiración. Cada 4 pasos inspire, mantenga el aire dos pasos, y expulse el aire en 6 pasos. Antes de volver a tomar aire mantenga dos pasos y vuelva a inspirar en 4 pasos de su caminata diaria. Entendió?.
Si usted va a caminar durante la mañana, desayune bien. Pues la abstinencia prolongada de alimentos durante la noche puede causar hipoglucemia, además el cuerpo reservará la poca carga de energía que le queda y “se desenchufa” para protegerse, (puede causar mareos, desvanecimientos, desmayos, etc…). En que consiste un buen desayuno?. Léalo, a continuación doy algunas buenas sugerencias que, en lo particular, me ha dado buen resultado: • Té o café cortado con leche o yogurt con cereales. • 2 Tostadas untadas con queso crema, mermelada o rodaja de queso. • 1 fruta de estación o jugo de cítricos.

Si caminará por la tarde, tenga cuidado que no sea inmediatamente luego de la
comida principal, o al rayo del sol del verano. Pero si ya han pasados una o dos horas de su comida tenga en cuenta ingerir algo liviano, como puede ser: • Una fruta. • Un yogurt. • O similar No debemos olvidarnos de una buena hidratación al finalizar nuestra caminata.  Personalmente no soy de las que van con la botellita de agua durante la caminata, es peso de más y si bebemos durante la caminata, nos pesa la panza y más de una vez debemos detener la marcha e ir por un toilette. Sugiero hacerlo luego de la actividad y de manera progresiva, nunca beber de golpe, ni agua muy fría, preferiblemente natural.

Mis abuelos, libaneses por parte paterna y españoles por parte de madre, cocinaban con ajos y cebollas. No solo utilizaban estos frutos para que la comida realce su sabor, sino por las propiedades que poseen y tienden mejorar y preservar nuestra salud. En las dietas mediterráneas se utilizan diariamente por su alto poder en el refuerzo
inmunológico de las personas. Preferiblemente se consumen crudos en ensaladas o con poca cocción en platos diversos. Además de mejorar la circulación sanguínea, previenen la formación de coágulos sanguíneos y problemas cardíacos, tienen amplio poder contra infecciones, matan todo tipo de bacterias malas para el organismo y es natural.

Reducen la presión sanguínea, deberían consumirlos aquellas personas con problemas de hipertensión arterial.
Reducen los niveles de colesterol y estudios recientes dicen que previenen diferentes tipos de cáncer, como de colon y próstata, entre otros. Por supuesto que como todo exceso termina jugando en contra, puede provocar
acidez consumido en grandes cantidades. Todo en su justa medida.

Compartir en Redes Sociales