Por Lionel Cia.-
Columnista de espectáculos.-
El ex esposo de la periodista dio un reportaje donde contó cómo es su actualidad en el medio de tanta tristeza. ¡Fuerza Pinky!
En un programa de América, tiraron la primera bomba sobre Pinky; y con el correr de los días, el eco se hizo cada vez más fuerte. Ahora, el periodista Diego Esteves contó el difícil presente de la emblemática conductora y periodista, y los daños son totales.
Según se conoció, la ex conductora, modelo y periodista pasa por un momento muy complejo: no sólo tendría problemas de salud, sino que en lo personal se encuentra aislada y, según informó el panelista, a punto de perder su patrimonio. “Están todos con mucho miedo”, acotó
“Nos llegó una versión de que Pinky no estaría pasando por su mejor momento, no solo por la cuestión de salud, que su hijo Gastón hizo pública, sino también por cuestiones económicas, que la habrían llevado a vender uno de sus departamentos”, detallaron al aire en el ciclo de Karina Mazzocco.
Y fue por eso que, aprovechando la entrevista en vivo que estaba realizando para Mitre Live, el comunicador Juan Etchegoyen le preguntó a Raúl Lavié al respecto. El cantante fue pareja de Lidia Satragno (nombre real de la mujer), y todavía mantiene un contacto con su familia.
Si bien no ahondó demasiado en cuanto a los problemas que la envuelven, el cantante se mostró preocupado por su ex mujer y expresó: “Ella está en su mundo, pienso que está bien porque cuando la gente de pronto está pensando en otras cosas y no piensa en la realidad, sino en ese pasado, pero no sé qué pasará por su cabecita”.
“Por lo menos pienso que está siendo cuidada por su hijo, por Gastón, por la gente que la rodea y que la quiere, eso es lo que me importa, que tenga una tranquilidad, ya está afuera de nuestras manos, no quiere salir de su casa y son cosas que uno no entiende”, agregó.
Finalmente, y sin intención de seguir hablando sobre la salud, Raúl remató: “No fue por la pandemia lo de salir de su casa, a ella no le afectó eso, seguro la afectó otra cosa, y es el destino que tenemos los mortales, yo con 85 años quiero empezar de nuevo y ella con mi misma edad quiere terminarla, cada uno debe respetar los llamados del cuerpo y del espíritu”.